Francisco Franco ha dejado de ser alcalde honorario de Santander casi 50 años después de su muerte. El dictador ha perdido esa condición de privilegio tras acordarlo el Ayuntamiento santanderino, fruto de las presiones de la Fiscalía de Derechos Humanos, que ha exigido el cumplimiento de la legislación de Memoria Histórica y los acuerdos cerrados en el Pleno en 2015, que no se habían cumplido. Santander también ha sido reprendido por la tardanza en renovar el callejero, con múltiples nombres y personajes franquistas, un total de 16. La resolución implica también que Franco pierde la Medalla de Oro y la Llave de Oro de la ciudad cántabra y que el militar golpista y posterior presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, también pierde sus reconocimientos. El fiscal de Derechos Humanos, Carlos Yáñez, cargó al llegar al puesto contra la “rebeldía” del Ayuntamiento dirigido por Gema Igual, del PP, partido al mando desde 1987 y precedido por Alianza Popular y la Unión de Centro Democrático.
La aplicación de la normativa de Memoria se ha publicado este miércoles en el Boletín Oficial de Cantabria, de modo que se considera ya oficial tras acordarse el pasado 24 de abril en el Pleno municipal. El Consistorio ha acelerado los tiempos después de que la Fiscalía de este área reprochara la “rebeldía” o “inactividad deliberada” a cuenta también de las calles honrando a personajes o hitos del franquismo. La publicación del Boletín destaca también una de las claves esgrimidas por el ministerio público, en alusión a que en 2015 se aprobó entonces por unanimidad “asumir el compromiso de adoptar las medidas oportunas para la determinación de las menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura contenidas en el callejero santanderino, procediendo al cambio de denominación de las calles y topónimos afectados, así como a adoptar las medidas oportunas para la determinación de los escudos, insignias, placas o el resto de menciones conmemorativas que deban ser retirados”.
Este pacto entre los partidos se tomó conforme a la Ley de Memoria Histórica de 2007, que pese a llevar 18 años aprobada, aún no se encuentra plenamente aplicada en cuestiones como esta. La alcaldesa respondió así a la crítica de la Fiscalía: “Los servidores públicos conocen el deber de dar cumplimiento a las leyes, al margen de ideologías y de cualquier otro criterio de oportunidad política. Y así se ha realizado en Santander, con pasos decididos, consultados, respetuosos con los vecinos y con la propia historia de la ciudad”. Asimismo, negó “ninguna motivación ideológica detrás de los ritmos” y señaló que en los últimos años se produjeron otros 16 cambios relacionados con esta causa.
La ejecución de este mandato conlleva derogar acuerdos de 1946, 1952, 1968 y 1974 que concedían respectivamente los honores de Alcalde Honorario de la Ciudad, la Medalla de Oro de la Ciudad y la Llave de Oro de la Ciudad a Francisco Franco y la Medalla Oro de la Ciudad a Luis Carrero Blanco, nacido en Santoña (Cantabria) y donde sigue teniendo un monumento conmemorativo. El fiscal Yáñez reprochó la “inactividad” del Consistorio, a quien acusó de haberse “situado de forma consciente y deliberada en una posición inadmisible de rebeldía frente al cumplimiento de la ley” y remarcó que ejecutar la normativa estatal no dependía de “la ideología u oportunidad política” de los representantes públicos, sino que debía cumplirse sin miramientos, pues las sanciones van desde las leves, valoradas en 200 euros, a los 150.000 de las muy graves. Asimismo, dio un mes de plazo para los cambios en calles santanderinas, que ya han sido aceptados. El fiscal destacó que “los honores a criminales fascistas que al día de la fecha mantiene el Ayuntamiento de Santander repulsan abiertamente el derecho de reparación de las víctimas del franquismo”.
Las calles afectadas, según publicó el Ayuntamiento de Santander, serán estas: Alcázar de Toledo se sustituye por Cuesta de las Ánimas; Alto de los Leones, por Benito Madariaga; Belchite, por José Luis Casado Soto; Brunete, por Carmen y Joaquín González Echegaray; Camilo Alonso Vega, por José Hierro; Capitán Cortés, por Miguel Ángel García Guinea; Carlos Haya, por Antonio de Tova y Arredondo; García Morato, por Juan Antonio Gutiérrez de la Concha; General Díez de Villegas, por José de Bustamante y Guerra; General Dávila, por Paseo de Altamira; Alféreces Provisionales, por Fray Silvestres Vélez de Escalante; General Moscardó, por Bernardo de Miera y Pacheco; Montejurra, por Valentín Lavín Casalís; Ruiz de Alda, por Juan de Santander; Sargentos Provisionales, por Leonor Plantagenet y Zancajo Osorio se cambia por Leonor de la Vega.