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En el contexto latinoamericano desafortunadamente se ha generalizado la desconfianza interpersonal, lo que suscita graves peligros para el desarrollo social. La realidad dominicana es que solo tres de cada diez ciudadanos pueden decir que confían algo o mucho en las demás personas.
La Encuesta de Cultura Democrática (ECD) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) evidencia que, en promedio, el 68.9 % de la población cree que la mayoría de sus conciudadanos son «poco» o «nada confiables».
En otras palabras, el grueso de la ciudadanía está desesperanzado con relación a sus semejantes y la baja confianza social alberga expectativas muy negativas sobre el comportamiento ajeno.
En su informe, la institución plantea la necesidad de revertir estos indicadores ya que «las sociedades donde la confianza interpersonal se encuentra generalizada, alcanzan un alto grado de compromiso y cohesión social, producto de la expansión de normas informales que favorecen la producción de bienes públicos».
Desconfianza en las instituciones
La baja confianza en las personas también se extrapola a las instituciones públicas. De un total de diez instituciones medidas, los resultados constatan la baja confianza en las instancias democráticas nacionales.
Los partidos políticos son los que generan menos credibilidad para la gente, ya que el 76.6 % de la muestra asegura tener poca o ninguna confianza en ellos. Los funcionarios generaron un nivel de desconfianza del 75.7 %.
En contraposición a esta realidad, la Presidencia representa la institución que mejor valúan los dominicanos. El 22.2 % respondió que confía «mucho» en Luis Abinader, siendo este el balance más alto de esa métrica.
Las instituciones comparadas fueron: los Tribunales, la Procuraduría, el presidente, el Poder Legislativo, los ayuntamiento, los funcionarios, los partidos políticos, la Junta Central Electoral, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
Gobierno para grupos
Cada cuatrienio en República Dominicana se celebran elecciones y se renuevan las autoridades demostrando la estabilidad política del país. En sentido general, los indicadores de la democracia son positivos para esta media isla, sin embargo, la población siente que no se gobierna por el bienestar colectivo.
La investigación establece que apenas un 28.9 % de los dominicanos pudo expresar que se gobierna para el bien de todo el pueblo.
Asimismo, la mayoría de las personas entiende que ciertos grupos gobiernan el país para satisfacer sus propios intereses. Esta situación lo evidencian los resultados del referido estudio.
De alrededor de 2,000 personas, el 67.3 % entiende que RD «está gobernada por unos cuantos grupos poderosos en su propio beneficio».
Este valor aumentó ligeramente de abril de 2022 a abril de 2023, ya que la ciudadanía que considera que en la nación no se priorizan los objetivos colectivos, pasó de 66.5 a 68.7 %.
El mismo documento detalla en sus conclusiones la urgencia de que las autoridades aborden esta crisis de representatividad y desconfianza hacia los actores estatales.
«Es necesario mejorar la representación de los intereses ciudadanos desde la actuación gubernamental, ya que en la actualidad solo tres de cada diez ciudadanos afirman que el país está gobernado para el bien de todo el pueblo, mientras dos de cada tres lo perciben gobernado por unos cuantos grupos de poderosos en su propio beneficio», expresa el informe.
Políticos: no confiables y muy corruptos
La ruptura entre gobernantes y gobernados se agudiza por diversos factores relacionados al bienestar colectivo y a la gestión de lo público. La población del país culpa a la clase política, ya que piensa que esta es la que impone sus intereses por encima de los de la mayoría de los ciudadanos.
En un cuadro en el que se explican diferentes variables para este fenómeno, se evidenció que la percepción que se tiene de los actores políticos, se ve empañada por los casos de corrupción a los que pueden ser vinculados.
Se destacan dos factores que inciden en el tema: los políticos son «algo» o «muy» corruptos y los funcionarios del gobierno son «poco» o «nada» confiables.
Democracia también se ve afectada
Aunque la ECD establece que la gente está de acuerdo con la democracia, el 64.0 % afirmó que está «poco» o «nada» satisfecho con el funcionamiento de este sistema político en la actualidad.
La poca satisfacción es la opción predominante entre los encuestados con un 35.7 % de escogencia para 2023.
«La desafección democrática tiene consecuencias negativas, como la disminución de la participación ciudadana y la aparición de fuerzas políticas autoritarias de corte populista, debido a la dificultad de los estados democráticos para abordar problemas sociales», resalta el texto.
Los valores que fundamentan este pensamiento son coyunturales, ya que se basan en parámetros como si su economía familiar mejoró o empeoró en el último año.
Aunque pareciera contradictorio, la problemática que evaluó en esta ocasión el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd), sobre la representación de los intereses ciudadanos por parte de los gobernantes, proyecta una mejoría de este indicador en los últimos 16 años de historia.
El estudio anual Latinobarómetro registró en 2008 y 2011 los máximos históricos de esta estadística, alcanzando un 89.4 % y 90.2 % de personas que creen que no se gobierna en su beneficio.
Al término de 2020, esta variable se posicionó en los 59.8 %, lo que constituye el mínimo histórico de la nación en este tema. Latinobarómetro ha recopilado este dato desde 2004 y todos sus resultados superaron el 67.2 % de descontento.
Sobre el informe
Esta encuesta incorpora un conjunto de indicadores, ajustados a estándares internacionales, que permiten efectuar un diagnóstico de las dimensiones de la relación ciudadanía-Estado.
El cuestionario se estructuró en seis bloques, correspondientes a las dimensiones más relevantes de la cultura política: actitudes hacia la democracia, participación política y social, tolerancia e igualdad política, confianza institucional e interpersonal, corrupción y clientelismo.
Los hallazgos presentados se basan en la información levantada por encuesta cerrada cara a cara, aplicada a personas adultas con derecho a voto en 5,994 hogares, distribuidas en tres oleadas: 2,055 hogares en abril de 2022, 1,937 hogares en noviembre de 2022 y 2,002 hogares en abril de 2023.
El trabajo de campo de los tres levantamientos fue diseñado y dirigido por la encuestadora Gallup RD.