Los socios de Pedro Sánchez, capitaneados por Yolanda Díaz, observan con desconcierto el desarrollo de la crisis de corrupción que, tras golpear a José Luis Ábalos y Koldo García, ha desembocado en el ingreso en prisión de Santos Cerdán. En Soto del Real, además: el mismo centro penitenciario en el que acabaron Luis Bárcenas y Rodrigo Rato. La crisis es de tal magnitud que para Sumar, según fuentes consultadas de la coalición, la única salida aceptable es una remodelación del Ejecutivo que se cierre en el menor tiempo posible. Sumar quiere «cabezas», afirman en este sector, y mencionan a dirigentes como María Jesús Montero y Félix Bolaños. Sin medidas drásticas, avisan, la legislatura se convertirá en una agonía.
«Entre Yolanda y Sánchez hay más bien silencio», explican las fuentes consultadas para describir la relación tensa entre los socios de coalición. La línea roja sigue siendo la financiación ilegal del PSOE, y la investigación judicial todavía no ha desembocado en ese extremo. Es el último espacio político que queda por defender, porque permite al presidente del Gobierno tener un clavo ardiendo al que agarrarse. Pero en Sumar no se muestran confiados. Eso sí, creen que para hablar de financiación ilegal harán falta pruebas o que Cerdán acabe tirando de la manta. Y esa opción tampoco se puede excluir debido a su situación particular en la cárcel.
Los equipos de Díaz y de Sánchez han acordado reunirse este miércoles para abordar el asunto. Y, sobre todo, para que el PSOE explique a sus socios cuáles serán los pasos a seguir para salir del embrollo. «Queremos sobre todo respuestas», explican miembros de Sumar, que resumen así la disyuntiva: o el Gobierno asume que no queda otra opción que adelantarse a los acontecimientos y convocar elecciones antes de que sea demasiado tarde, por ejemplo en el próximo otoño, puesto que los sondeos que manejan permiten argumentar que no está claro que el PP gane las elecciones; o Sánchez debe abordar una crisis de Gobierno cuanto antes para atajar la crisis. Esta es la única vía que, según los miembros de Sumar, permitiría evitar los comicios.
Remodelación o elecciones
Según las fuentes consultadas, el sector de Sumar pedirá al presidente desprenderse de algunos de sus ministros más representativos. En la diana se encuentran la ministra María Jesús Montero, cuya posición creen que es inaguantable ante los escándalos de corrupción, y también Félix Bolaños. «Ha sido señalado por Ábalos y por Cerdán», argumentan desde este sector para explicar la necesidad de apartar al actual ministro de Presidencia, de Relaciones con las Cortes y de Justicia.
Delante del juez que instruye el caso, en efecto, Cerdán mencionó solo un nombre: el de Bolaños. La cita ha generado cierta sorpresa, ya que Cerdán apuntó que «va a ser el siguiente» objetivo de la investigación, tal y como publicó este diario. En el caso de María Jesús Montero, la dirigente andaluza habría perdido su prestigio político, y de allí la necesidad del relevo, según Sumar. La ministra ha afirmado que dejará el Ejecutivo cuando se acerquen las elecciones andaluzas, previstas para junio de 2026, pero ese escenario es para Sumar demasiado lejano. En opinión de los socios de Sánchez, el presidente debe mover ficha «cuanto antes».
El peligro de que los escándalos que afectan a Ábalos y Cerdán escale hasta Hacienda es demasiado alto, explican. Una persona de confianza de Montero, después de liderar la SEPI, acabó en la empresa involucrada en la trama corrupta, Servinabar, y Víctor de Aldama menciona al jefe de gabinete de la ministra en las operaciones de la red. Además, según deslizan en Sumar, Montero habría perdido el control de su área de Gobierno.
La incapacidad de llegar a un acuerdo presupuestario sería en buena medida su responsabilidad. Y en el Consejo de Ministros describen situaciones de tensión, con salidas de tono y hasta choque entre ministros. A menudo, entre ministros de área socialista. Tampoco convencen a Sumar las últimas declaraciones públicas de Montero tras el estallido de la crisis.
Actuación rápida
Todas esas situaciones inducen a Sumar a concluir que María Jesús Montero debe dejar el Gobierno cuanto antes si el Ejecutivo quiere intentar superar el otoño y buscar la vía para acabar la legislatura. Aunque admiten que para Sánchez no se trata de una decisión fácil, puesto que según Sumar debería también desprenderse de Bolaños por haber sido mencionado por dos de los tres imputados en una trama de corrupción cuya dimensión real está aún por aclarar.
Para Sumar, en definitiva, o Sánchez contraataca con rapidez y aborda a corto plazo una crisis de Gobierno que permita defender la idea del «triángulo tóxico» limitado a Ábalos, Cerdán y Koldo, o todo se vendrá abajo. Y en ese sentido la segunda opción para la que se preparan en Sumar, y que adelantó este diario, es un escenario electoral para otoño o invierno.
En Sumar creen que de celebrarse las elecciones la coalición tendría margen incluso para poder revalidarse. Si bien admiten que el PSOE se va desangrando, creen que durante la campaña electoral puede recuperar algo de fuelle. Mientras que en Sumar aseguran que a nivel demoscópico la crisis no les está afectando demasiado. Otros dos años sin mover ficha sí que serían en cambio catastróficos.
