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La bailarina del Ballet Nacional de Espaa Estela Alonso (Madrid, 1991) posa estilosa ante el fotgrafo en pleno corazn de Nueva York, en Times Square. Su porte flamenca queda enmarcada en los gigantescos carteles luminosos que han convertido esta plaza en un icono mundial de la ciudad de los rascacielos. El lugar est atestado de gente, pero casi nadie presta atencin a la bailarina. Unos se hacen sus propias fotos, otros parecen absortos con sus telfonos mviles y la mayora camina apresurada. En la ciudad de los rascacielos nadie se fija en lo que hace el de al lado.
Contrasta esta indiferencia callejera con el calor que ha desprendido el histrico New York City Center, el primer centro de artes escnicas de Manhattan, con la actuacin de Estela Alonso y del Ballet Nacional de Espaa, que dirige Rubn Olmo, durante tres das seguidos y con cuatro funciones llenas a rebosar de un pblico muy entusiasta.
Estos espectculos han sido uno de los platos fuertes del Flamenco Festival de Nueva York, que dirige Miguel Marn y se est celebrando en diferentes teatros neoyorquinos desde el 1 hasta el 17 de marzo. Este ao es la vigesimotercera edicin del certamen y el pblico norteamericano parece ya acostumbrado al arte jondo.
El flamenco cuenta verdad, habla con el alma y hace sentir de manera intensa al artista y tambin al pblico, describe Estela Alonso, que confiesa que en su play list no se encuentra ningn tema que tenga la ms mnima conexin con el reguetn, el estilo musical que, supuestamente, arrasa entre los chicos de su edad.
Pero, qu tiene lo jondo para seguir enganchando a nuevas generaciones de artistas que se expresan a travs de este arte ancestral? No son ms atractivos para los jvenes otros estilos musicales ms conectados a su realidad? La cantaora de Jerez Ta Anica la Piriaca deca: Cuando canto, me sabe la boca a sangre, una expresin que enlaza con otra del dramaturgo Salvador Tvora: El flamenco es la expresin de dolor de un pueblo. El arte jondo, para los flamencos ms veteranos, no es la manifestacin de un pueblo que festeja, sino un grito hondo. Y todo esto, cmo les suena a los ms jvenes?
Las diez estrellas
EL MUNDO ha reunido a 10 artistas, de entre 24 y 43 aos, para despejar estas incgnitas. Los diez actan estos das en el Flamenco Festival de Nueva York y en otras ciudades norteamericanas, como Boston y Miami, que forman parte del mismo certamen. Los hay clsicos, heterodoxos, vanguardistas… Todas las tendencias y estilos que, cada ao, se muestran en los mejores teatros y salas ms cool de la ciudad de los rascacielos. Con ellos, las fatigas de los flamencos antiguos han dado paso a una nueva forma de sentir lo jondo, y de bsqueda de los orgenes de esta msica de raz.
Tercia en la conversacin la ms veterana: la cantante Sandra Carrasco (Huelva, 1981), que se muestra orgullosa y esperanzada ante la gran cantera que viene empujando con fuerza. El arte jondo no se acaba; hay luz, esperanza y gente con un talento inmenso porque el veneno del flamenco te atrapa con 15, 20 o 70 aos, resume la cantante, que para su debut en solitario en Nueva York este viernes ha estado acompaada por el virtuoso guitarrista David de Arahal (Sevilla, 2000).
Sandra Carrasco encarna en s misma el amplio abanico de estilos que confluyen en el flamenco. La cantante domina la bossa nova y el jazz y posee un profundo conocimiento del flamenco. En los inicios de su carrera, gan varios concursos de fandangos en Huelva y ha estado durante tres aos en una gira mundial con Anoushka Shankar, hija de Ravi Shankar y hermana de Norah Jones.
Peas flamencas
Su compaero de escenario en Estados Unidos, David de Arahal, s ha estado ms enfocado en el flamenco ms ortodoxo desde bien pequeo. Tan pronto quiso apuntarse como socio en la pea flamenca de su pueblo que los responsables tuvieron que reunirse de urgencia para debatir si era posible admitir a un nio de tan slo 10 aos. Todos estuvieron de acuerdo en que deba tener su carn de socio.
En la localidad sevillana de Arahal hay una gran aficin que se ha recorrido media Espaa para ver en su salsa a artistas flamencos consagrados. S, ponan coches y se iban a Madrid a ver a Enrique Morente, recuerda David de Arahal, que aclara que en la pea flamenca de su pueblo hay gente de todas las edades. De 20, 30, 40 y tambin ms mayores. No es slo arte para los ms veteranos.
El guitarrista Alejandro Hurtado (San Vicente del Raspeig, Alicante, 1994) tambin comenz muy pronto con la guitarra. Recuerdo comprar la Antologa de Paco de Luca del 2004 y percibir, al escuchar su msica, que eso era lo que yo quera hacer en la vida. Me impact su sonido, su fuerza expresiva y el magnetismo que imprima, afirma.
Padre e hijo
Entre los jvenes flamencos hay algn afortunado que, desde pequeo, mam el arte jondo en su propia casa, como Jos del Tomate (Almera, 1997), hijo de Tomatito. Ya nac con el flamenco, siempre pegado a mi padre, cuenta orgulloso el guitarrista, que intervino en la actuacin de su padre en la inauguracin del Flamenco Festival en el emblemtico e histrico Town Hall de Nueva York, el mismo escenario en el que el maestro Sabicas (considerado el impulsor de la internacionalizacin del flamenco) present en 1959 el primer recital de guitarra flamenca de la historia. Pero aunque lleve el flamenco en la sangre, Jos del Tomate defiende que sin trabajo duro no se pueden sacar las mejores notas de una guitarra.
En lo que s parecen estar ms desconectados los jvenes flamencos es en las fatigas que cantaban los ms veteranos. Ya no pasamos ese dolor y esa hambre, pero hay que entender ese legado, resume la bailarina Paula Comitre (Sevilla, 1994), que participa en la gala que cierra el Festival Flamenco este domingo.
S, sales de dar un concierto, coges el Iphone, llamas un taxi y tienes todo a la mano. Parece muy contradictorio con esas fatigas de antao, pero ahora tambin hay desamores, cuenta el pianista y compositor Andrs Barrios (Utrera, Sevilla, 1997), que ha actuado por primera vez en Nueva York con el Festival Flamenco el pasado 5 de marzo.
Barrios compara su enganche con el flamenco con el amor que te llega en la adolescencia sin saber muy bien de qu va y luego, cuando tienes ms edad, empiezas a entender la profundidad, la riqueza y la magia que tiene.
Para la cantante Mara Jos Llergo (Pozoblanco, Crdoba, 1994), las fatigas de ahora son los problemas de salud mental, que tantos estragos est causando entre los jvenes. No tiene la sensacin de que las nuevas generaciones desprecien este arte. Todo lo contrario. Entre su pblico, hay chavales con pelos de colores y abuelas octogenarias, presume.
La msica «ms noble»
Lo que s tienen claro los diez artistas es que su arte acoge a cualquier gnero y estilo y lo hace ms grande. El flamenco es la madre de la msica. El rock no se acopla con otros estilos, el flamenco, s; es ms noble y ms humilde, resume Israel Fernndez (Toledo, 1989), un cantaor al que muchos comparan con Camarn y que recorre Nueva York junto al guitarrista Diego del Morao.
A pesar de su cante tradicional, Israel Fernndez no le hace ascos a interpretar canciones de otros estilos, pero siempre llevndoselas a su terreno. De hecho, hace unos meses version el tema del puertorriqueo Bad BunnyBye, me fui. El flamenco puede ser pcaro, pero es elegante y vi que esta cancin la poda defender con toda la humildad, afirma.
El artista que ha ido ms lejos en la alianza del arte jondo con otras msicas ha sido Sergio de Lope (Priego de Crdoba, 1985), una de las figuras de la llamada segunda generacin de flamenco-jazz. Este sbado ha presentado Unlimited, en la que tocarn seguiriyas, tangos y buleras 80 msicos norteamericanos del Manhattan Wind Ensemble, una orquesta de viento fundada en 2007 en la Gran Manzana.
Para llegar a semejante fusin, este artista se ha empapado a los maestros del flamenco. Tradicin y vanguardia son las dos caras de la misma moneda, no pueden existir la una sin la otra, defiente De Lope. El eterno debate entre guardianes de las esencias e innovadores fulminado por casi un centenar de msicos. En Nueva York.