La falta de apoyos parlamentarios a los planes del Gobierno expuesta arriba afecta a casi toda la gobernación de Sánchez. En apenas unos días España renunciará a 9.000 millones de euros de la quinta entrega de los Fondos New Generation pues el Ejecutivo ha sido incapaz de cumplir las condiciones para su recepción, entre las que destaca gravar el diésel y la de un plan para corregir el interinaje entre los funcionarios de la administración. Iban ambas medidas en el decreto ómnibus que fue tumbado en el Congreso por la oposición (PP y Vox) y algunos de sus socios parlamentarios (Podemos y Junts) y ambas decayeron en el drenaje de ese megadecreto. Esta anemia en los apoyos lleva al Ministerio de Economía a pedir a Bruselas una nueva prórroga en las condiciones que pone para recibir todo el dinero. La foto fija del Ejecutivo es por tanto, incompatible con la gobernación de España desde las Cortes, como el propio Sánchez reconoció implícitamente con su propósito de agotar la legislatura «sin el concurso del poder legislativo», imprimiendo un nuevo tic autocrático que hiere los principios de la democracia parlamentaria.
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