Madring no pudo tener mejor carta de presentación. El circuito de Madrid, a falta de más de un año para que se apaguen los semáforos, organizó una exhibición con Carlos Sainz, embajador del circuito y piloto de Williams, que junto a Pepe Martí, piloto de F2, y Mari Boya, piloto de F3, quemaron ruedas en un circuito por alrededor de Ifema.
Bajo el sol abrasador de Madrid, los aficionados se iban agolpando en las calles para ver a los pilotos españoles en parte del circuito de Madring. Ya con todo preparado en los boxes, Sainz dio una pequeña rueda de prensa para los medios de comunicación «como aperitivo de lo que viene el año que viene».
El piloto madrileño protagonizó una jornada inolvidable en la presentación del proyecto del Gran Premio de Madrid, un evento que marcó el regreso de la Fórmula 1 a la capital tras 45 años. «Hoy iba de divertirse, no de ir tan serio, y de estar dando a toda esta afición el mejor momento posible como aperitivo de lo que viene dentro de pocos meses, que yo creo que va a ser algo increíble«, expresó Sainz al bajarse del Williams de 2023, tras realizar una exhibición en un tramo del circuito que se está construyendo para el GP de 2026.
La afición respondió con entusiasmo, vibrando con la velocidad y el característico aroma a neumático quemado. Sainz, en el centro de todas las miradas, brilló en un evento que contó con la presencia de figuras como Arturo Valls, Fede Valverde, Sergio Llull, ‘Edy’ Tavares, Jorge Garbajosa y Miguel Ángel Silvestre. A las 18:55 horas, el madrileño salió a rodar por un recorrido de casi un kilómetro, desde la vía pública hasta la entrada sur de Ifema Madrid, parte del futuro circuito.
El rugido del motor, los acelerones y los espectaculares trompos o ‘donuts’ encendieron al público. «¿Ahora nos oyen o no? Son ingleses…», bromeó Sainz sobre si había exprimido el Williams más de lo acordado con su equipo. Agradecido, añadió: «Le doy las gracias a toda la afición, a todos los que habéis contribuido para que esto sea posible, porque el evento ha ido muy bien y ha sido un éxito».
Sainz destacó el potencial de Madrid como sede: «Madrid tiene mucho que enseñar al mundo, mucho que demostrar, la gente me pregunta cada vez más por España, por Madrid. Me hace muchísima ilusión poder ser embajador (del GP) y creo que Madrid va a enseñar al mundo cómo se hace un Gran Premio». Finalizó la exhibición recorriendo el tramo en un descapotable con la bandera de España, simbolizando su orgullo.
El evento fue un sueño hecho realidad para él. «En la última vuelta iba pensando que este es uno de mis sueños desde que era pequeño: poder conducir un F1 por las calles de Madrid. Me lo dices cuando tenía 10 años y no me lo creo, es una sensación increíble, única, algo que seguro no me voy a olvidar nunca, ya me lo llevo conmigo», admitió emocionado.
Dirigiéndose a los aficionados, exclamó: «Sois los mejores, me habéis hecho sentir como en mi vida. Venid el año que viene a apoyarme, porque con esta afición yo creo que un podio se puede conseguir». El Williams de Sainz recorrió parte del trazado en construcción, que incluye la calle Ribera del Sena y la Avenida del Partenón, hasta la entrada sur de Ifema. Junto a él, los jóvenes pilotos Pepe Martí, del Red Bull Junior Team y Fórmula 2 con Campos Racing, y Mari Boya, de F3 con el mismo equipo, también rodaron, sumándose a la fiesta del automovilismo, tanto que el segundo de ellos se quedó sin alerón trasero.
Refuerzo en el transporte público
Era la primera gran prueba de fuego de Madring para movilizar a tanta como en un Gran Premio y la ciudad lo notó en torno al transporte público. Metro reforzó hasta un 100% el servicio de la Línea 8 y hasta un 15% en la Línea 4 para facilitar la movilidad de las personas que se desplacen para presenciar la exhibición. El dispositivo especial, en colaboración con los promotores del espectáculo, estuvo operativo desde las 16 horas para agilizar y atender el tránsito del público que asista, informó la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras.
No obstante, por orden ministerial, se cerraron las salidas de la estación de Feria de Madrid (Línea 8) de 17.30 a 20.00. Por ello, se recomendó acudir al evento antes de esa hora ante posibles atascos y aglomeraciones en la zona de recinto ferial. Igualmente, se aconsejó que, además de la estación de Feria de Madrid, se utilicen otras estaciones aledañas y próximas al circuito como son Mar de Cristal (L4 y L8) y Canillas (L4). Por eso se diseñó un servicio de lanzaderas desde las estaciones de Metro de Mar de Cristal, Canillas y Barajas, que conectarán directamente con los recintos feriales.
La organización animó a acudir en transporte público, ya que habrá calles cortadas desde primera hora de la mañana para garantizar en todo momento la seguridad de los asistentes y el parking de Ifema Madrid no estará habilitado para el público general. El evento estaba diseñado para ser disfrutado de pie, sin asientos disponibles para el público general, aunque sí se habilitó una zona específica para personas con movilidad reducida.