El Ayuntamiento de Valencia ha autorizado a la empresa que gestiona la plaza de Toros de la capital a celebrar la noche del 17 al 18 de marzo una suelta de vacas y bou embolat, espectáculos taurinos desterrados por el anterior gobierno municipal, de Compromís y PSPV-PSOE, y que se retomaron con María José Catalá ya de alcaldesa el verano pasado en pedanías de la capital como Carpesa.
Estas fallas, tras la resolución aprobada por la junta local de gobierno, de PP y Vox, habrá bou embolat en el coso taurino de la capital, un hecho que ha condenado la portavoz socialista Sandra Gómez. “María José Catalá vuelve a sonrojar y avergonzar a la inmensa mayoría de valencianos después de que su concejal de Bienestar Animal haya autorizado la celebración del bou embolat en el corazón de Valencia, en la misma plaza de Toros”.
“Es una práctica que estaba desterrada de la ciudad y que vuelve de la mano de la alcaldesa en una muestra de insensibilidad ante el sufrimiento animal”, ha denunciado. La responsable socialista ha criticado el empeño de la propia Catalá en asociar el nombre de las Fallas a un espectáculo “de tortura animal” que la capital había desterrado hacía años con el anterior gobierno progresista. “Mucho me temo que la señora Catalá no es más que una mera figurante de una orquesta que dirige Vox, que marca el ritmo y la agenda de nuestra ciudad”, ha afirmado.
La portavoz socialista considera que esta decisión avergüenza a la mayoría de los valencianos “que ni participamos ni nos gustan estos espectáculos que hacen sufrir a los animales. Estoy convencida de que la inmensa mayoría de ciudadanos desearían que estas prácticas no volvieran a Valencia porque es una imagen de tortura que se proyecta al mundo”, ha continuado.
Acuerdo revocado
En septiembre de 2023, dos meses después de alcanzar la alcaldía, el PP revocó el acuerdo de la Junta de Gobierno del 10 de junio de 2016 que prohibía la autorización de los bous al carrer, en particular la modalidad del bou embolat, en las pedanías de la ciudad. La decisión se tomó después de que la Federación de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana haya retirado, como así se había consensuado con el actual consistorio, el recurso contencioso administrativo que había interpuesto contra la orden dictada por el entonces ejecutivo municipal, liderado por Joan Ribó, de Compromís, en coalición con el PSPV-PSOE y Podem, que impedía la celebración de estos festejos taurinos.
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La modalidad del bou embolat, en la que un toro de lidia corre por las calles portando en sus cuernos un herraje sobre los cuales se colocan estopas engrasadas a las que se les prende fuego, se celebraba en horario nocturno en pedanías como Carpesa, Benifaraig, Borbotó y Massarrojos hasta su prohibición.
De esta manera, el Ayuntamiento podía autorizar de nuevo las solicitudes de utilización de la vía pública de las peñas en las pedanías donde “tradicionalmente se han celebrado estos festejos”. En todo caso, ahora sería la Generalitat la administración que apruebe “en última instancia” la autorización de los toros en cualquiera de sus modalidades.
La resolución del Ayuntamiento se basó en un informe de servicios jurídicos y del secretario del consistorio que subraya que existe un decreto de la Generalitat que autoriza los festejos, por lo que las mismas fuentes argumentan que la celebración de los mismos es “absolutamente legal”.