La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha pedido este miércoles a la Dirección General del Instituto Armado que los agentes eviten reutilizar las narcolanchas –embarcaciones usadas por narcotraficantes para el transporte de drogas— requisadas por los «riesgos» a la seguridad que presentan para los guardias civiles, entre ellos, el «alto riesgo de incendio o explosión».
Según ha informado la organización mediante un comunicado, la reintroducción de estas embarcaciones para su uso por parte del Servicio Marítimo de la Guardia Civil provoca riesgos en la seguridad de los agentes, ya que, según apunta Jucil, las narcolanchas no se encuentran homologadas, cuentan con escasa seguridad estructural y son inestables.
Estas condiciones, además de haber sido construidas con materiales «con alto riesgo de incendio y explosión» –sobre todo si se utilizan armas de fuego a su alrededor–, hacen que estas embarcaciones sean «inadecuadas» para su uso policial y a juicio de la organización «pongan en riesgo las vidas de los guardias civiles».
Las embarcaciones, según subrayan, «han sido diseñadas en talleres clandestinos para el transporte de grandes volúmenes de sustancias estupefacientes y de combustible», por lo que «presentan una proa elevada que dificulta una navegación segura y aumenta el riesgo de accidentes».
De esta forma, la organización ha recordado que entre los años 2020 y 2022 ya se reutilizaron narcolanchas requisadas a los narcotraficantes y que estas «fueron retiradas por su falta de homologación e inspección por parte de Capitanía Marítima y por presentar un grave riesgo para la seguridad de los guardias civiles y de la ciudadanía».
En este contexto, Jucil ha instado a la Dirección General de la Guardia Civil a que se realice una evaluación de los riesgos laborales de las embarcaciones «y se aclare su idoneidad» para las operaciones policiales movilizando preventivamente las que en este momento se encuentra en uso policial.