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En la casa de Andorra de Tita Cervera están de enhorabuena. Este 6 de julio cumplen la mayoría de edad Sabina y Carmen, las hijas que tuvo por gestación subrogada la baronesa Thyssen. Ambas, que ya han aparecido en alguna que otra ocasión en la portada de la revista ¡Hola!, tienen ya 18 años y dan un paso muy importante en su vida. Varias han sido las ocasiones en las que Carmen Cervera ha aprovechado para hablar de sus dos hijas, con una relación con su primogénito, Borja, de lo más inestable. Aunque ambas hayan posado para la portada de la mencionada revista, sí que es cierto que la mujer del difunto barón Thyssen siempre ha querido blindar su vida privada.
La noticia sobre la maternidad de Tita con Carmen y Sabina llamó especialmente la atención. En aquel entonces, la baronesa tenía 63 años, un hijo y anunció a bombo y platillo que se había convertido en madre a través de esa práctica que es legal en Estados Unidos. Durante los primeros años de su vida fueron pocas las ocasiones en las que Carmen habló sobre sus dos pequeñas o dio algún tipo de información sobre su parcela más privada. Las portadas de las revistas del corazón, mientras tanto, se centraban en el enfrentamiento público entre Tita y su hijo Borja, con quien ha protagonizado más de un encontronazo en los últimos tiempos. Carmen también se aseguró que sus dos hijas vivieran una infancia cómoda, en la que no faltara ningún tipo de lujo.
La vida de lujo de Tita Cervera
Carmen Cervera Fernandez de la Guerra nació en Barcelona y se hizo conocida, a principios de los 60, gracias a un concurso de belleza. En 1965 contrajo matrimonio con el actor estadounidense Lex Barker, lo que impulsó aún más su carrera encima de la pasarela. También, su gran fama la llevó a trabajar como actriz. Sin duda, uno de los momentos más especiales de su vida, se produjo cuando se prometió con el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, uno de los coleccionistas de arte más importante del siglo XX. Muchos han sido los pasos que ha dado Tita en todo lo referente al mundo del arte, convirtiéndose en una gran mecenas y embajadora. En julio de 1980, antes de conocer al barón, tuvo a su primer hijo, un niño al que llamó Borja. Durante muchos años, Tita ocultó quién era el padre de su primogénito, una identidad que se acabó descubriendo con el paso del tiempo y que se apuntó a que el joven nunca había perdido el contacto con su progenitor hasta que falleció en 2020.
Cuando conoció al barón, él tenía 22 años más que ella, pero la edad nunca fue un problema en su relación. Por aquel entonces, Hans, de padre alemán y madre húngara, tenía una fructífera carrera en el mundo de los negocios que desarrollaba, principalmente, en Suiza pero que se extendió por todo el mundo. En agosto de 1985 celebraron su boda civil y Carmen adoptó la nacionalidad suiza. A partir de ese momento, el nombre de Carmen Thysse se volvió mundial y comenzó a codearse con la jet set de distintos países. También, jugó un papel de suma importancia en las negociaciones entre el gobierno de España y los Thyssen para llevar su exposición a Madrid. Algo que, finalmente, se consiguió.
Carmen y Sabina, las dos hijas de Tita Cervera
El barón falleció en 2002 y, cuatro años más tarde, llegaron al mundo María del Carmen y Guadalupe Sabina. En mayo del año siguiente, ambas fueron presentadas públicamente en la portada de la revista ¡Hola!, que había sido su medio de confianza para todas sus exclusivas. Lo cierto es que, aunque su rostro de bebé saliera en las portadas de varios medios, Tita intentó guardar todos los detalles de lo que había sido el proceso de gestación subrogada y sus primeros años de vida. Esto lo ha conseguido, fundamentalmente, al respeto de los medios de comunicación y, también, los refugios que tiene, sus casas, que se han convertido en muros infranqueables para los ojos de los extraños.
Carmen vivió, durante una temporada, en la casa Mas Mañanas, situada en la Costa Brava. La mansión consta de tres plantas y está construida sobre un terreno que su padre le regaló cuando se casó con su primer marido. También, se instaló, por temporadas, en Villa Favorita, en Suiza, a orillas del lago Ceresio, una finca de más de 30.000 metros cuadrados que Tita decidió vender hace más de diez años. No fue hasta 1992 cuando Carmen Cervera decidió establecer su residencia en Andorra, donde Carmen y Sabina han recibido una educación exclusiva. Las dos hablan, a la perfección, castellano, inglés, francés y catalán. También, tocan el piano y el violoncello y van a clases de ballet y tienen como hobbie la pintura.
Sus gustos, sus estudios y cómo será su futuro
En una entrevista para la revista ¡Hola!, Carmen confesó que Sabina «es muy creativa». «Tiene una profesora de solfeo y canto, tiene una buena voz, sus profesores la califican ya de soprano y toca el piano muy bien desde hace años», contó la baronesa. Además, también explicó que a su hija le gusta «escribir cuentos e, incluso, ilustrar las historias». Respecto a Carmen, la califica como una «brillante estudiante». En marzo estuvo 12 días en Nueva York, viajó junto a un grupo de alumnos elegidos de varias escuelas para asistir a un modelo de debate de las Naciones Unidas», explicó a la mencionada revista.
Respecto a cómo será su futuro parece ser que las dos lo tienen claro, sobre todo Carmen quien quiere estudiar ADE y Relaciones Internacionales y que probablemente lo haga en alguna de las escuelas más brillantes de Europa y siga, también, su legado con la gestión del museo. «Nunca les he dicho lo que tienen que hacer porque creo que deben ser ellas mismas quienes elijan. Les puedes aconsejar, claro, sin forzarlas», explicó Tita en su momento. A Sabina su madre la define como «más gamberra». «Cuenta historias a través de los cómics. Y te coge el acento de cualquier idioma. Lo mismo parece que es rusa, inglesa, italiana o americana», contó hace algunos años.
Respecto a sus gustos ha sido Carmen quien ha contado que las dos son grandes apasionadas de la música y es por eso que les encanta Taylor Swift y Dua Lipa. «Cuando desayunamos ponen música y estoy al día de todo porque convivo con chicas jóvenes», explicó la baronesa en la revista ¡Hola! Fue en abril del pasado año cuando Tita posó por primera vez con una de sus hijas en un photocall y lo hizo con Carmen en la inauguración de uno de los hoteles del que es propietaria.
