Históricamente, en España, el Gobierno ha llevado a cabo varias consultas populares. En 1978 para refrendar la Constitución española.
En 1986, sobre el ingreso en la OTAN y en 2005 sobre la Constitución europea. Ha habido varios referendos autonómicos
para los estatutos del País Vasco, Cataluña, Andalucía, Galicia… Incluso hemos tenido referéndums ilegales, como los de 2014 y 2017 sobre la independencia de Cataluña. Lo que no habíamos tenido nunca es una consulta popular para una gran operación empresarial entre dos compañías privadas.
El Gobierno ha lanzado, como saben, una consulta a la sociedad para recabar las opiniones de los ciudadanos sobre la OPA del Banco BBVA al Banco Sabadell. Algo que no tendría por qué hacerlo, ya que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia había dado luz verde a la operación con condiciones. Y los accionistas de ambas entidades, verdaderos dueños de los bancos, todavía tienen que pronunciarse. Llama la atención que este Gobierno no haya preguntado a la sociedad por otros asuntos de enorme trascendencia jamás. Como por ejemplo: La fusión de Bankia y CaixaBank en 2021. La integración del Liberbank por parte de Unicaja ese mismo año. La absorción de EVO Banco por Bankinter el pasado mes de abril. Y fuera del ámbito bancario… La fusión de MásMóvil y Orange en 2024, la compra por parte de la SEPI, empresa pública, de la que somos dueños todos los españoles, del 10% de Telefónica. El cese orquestado desde Moncloa del presidente de Telefónica, Álvarez Pallete. Y si nos salimos del ámbito empresarial a nivel político hay muchas decisiones que no se han consultado con el pueblo. Como por ejemplo aumentar el gasto militar en diez mil millones de euros al año para cumplir con los compromisos de la OTAN. Tampoco se consultó la amnistía a todos los líderes y condenados por el referéndum ilegal de 2017, cuando el Gobierno dijo que no habría amnistía. Lo mismo que con los indultos. No hubo referéndum. Y tampoco consultó en 2020 el nombramiento de Beatriz Corredor como presidenta de Red Eléctrica. Ni ahora ha pedido opinión a los ciudadanos si tras el apagón es partidario de su cese. Y sí innumerables decisiones políticas y empresariales que el Gobierno ha sacado adelante o ha dado luz verde sin preguntar al pueblo. Una consulta popular, la de la compra del Sabadell por el BBVA, que además es un tanto, digamos, chapucera. Como van a ver, hemos podido votar en la misma web sin ningún tipo de filtro, inventándonos un nombre, un DNI, un correo electrónico… Es decir, no hay control alguno. Y lo hemos podido hacer tantas veces como hemos querido. Sin límite.
Desde el Ministerio de Economía sostienen que van a depurar todas estas anomalías en el análisis posterior de los datos. Veremos hasta qué punto esta consulta influye en la decisión del Gobierno y si este tipo de consultas son ocasionales o han venido para quedarse.